22 de enero de 2016

Theodora

Andrés Galindo





       Feliz Navidad, dijo el desconocido, escondiendo su rostro detrás de un disfraz de payaso. Nunca supe cómo era su cara, tampoco sé si acerté a darle las gracias; pero aún lo recuerdo hoy, aún hoy sé que no voy a olvidarlo: tenía siete años, estaba en el hospital y las fiestas parecía que iban a pasar de largo hasta que aquel hombre, escondido y amable, hizo que llegasen hasta mi cama materializándose en un coche de carreras, que desde entonces y hasta ahora, años después y ya curado, me acompaña.

4 comentarios:

  1. Hola Luisa,

    Si te interesa participar en nuestro Certamen de Microrrelatos puedes ver la convocatoria en nuestro FacebooK:

    https://www.facebook.com/gatoneghro/videos/vb.434878043345188/583683698464621/?type=2&theater

    Y consultar las bases y premios en nuestro blog:

    http://microrrelatosdogatoneghro.blogspot.com.es/2016/01/bases-para-o-i-certame-de-microrrelatos.html

    Muchas gracias

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  2. Por algunas pequeñas acciones todavía es posible tener esperanza en el ser humano.
    Un abrazo, Luisa

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  3. Siempre hay detalles que nos salvan. Muy conmovedor.

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