1 de junio de 2015

Rebosante

El vacío que ella le había dejado se fue haciendo tan profundo y tan grande que llegó un día en que mereció la pena dar el último salto.

7 comentarios:

  1. Muy bien expresada esa desolación, Luisa. Sabes cómo decir mucho con pocas letras. Un beso.

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  2. Gracias, por llenar el vacío de los "comentarios". Afortunadamente ni tu ni yo daremos el último salta, pues no nos queda ni ná para dar guerra (de la buena)
    Un beso

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  3. Que bueno es tu micro Luisa. Siempre que vengo a tu espacio es para disfrutar verdaderamente tus letras. ¡Eres genial!
    Besicos muchos.

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  4. Paso por aquí y encuentro brevedades bellas como esta. Saludos

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  5. Me ha encantado, así que me quedo por aquí :)

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  6. Es curioso cómo un vacío puede llegar a ser rebosante.

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