16 de abril de 2014

La preocupación

El reflejo sabe demasiadas cosas de la familia. Tiene abiertas de forma permanente ventanas a la realidad en los cuartos de baño, en los armarios de los dormitorios y en la entrada de la casa; es así como ha logrado unir las piezas de esa historia que le ocultan a su dueño.
            Durante un tiempo el reflejo piensa en cómo contarle lo que está pasando, en cómo darle las malas noticias, pero al final descubre que lo único que puede hacer es  seguir reproduciendo los movimientos, tan puntual y exactamente como ha hecho siempre.
            Mientras el hombre, ajeno a todo, se acerca al espejo y cree descubrir algunas nuevas arrugas.

2 comentarios:

  1. Creí haber dejado un comentario.

    Decía que si los reflejos hablaran podrían contar muchas cosas, pero que tal vez sea mejor que cada uno descubra los secretos de su familia.

    Abrazos, muchos.

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  2. Los reflejos no mienten, no se llaman a engaños. Otra cosa es que nosotros prefiramos las sombras, más deformables ellas.

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