2 de abril de 2014

Foto familiar

           Mira, aquí conseguimos estar todos juntos, incluso la tía Casandra que se negaba siempre alegando que no era nada fotogénica. Sin embargo, sí, en ésta sí que está. No recuerdo cómo o quién consiguió convencerla; ahora que lo pienso, es posible que alguien le prometiese unas cuantas misas y cumpliese su promesa, porque no recuerdo haberla vuelto a ver desde ese día. Sí, también por eso la fotografía es tan especial, única. Lo cierto es que a la tía la cámara de fotos nunca la quiso, ni cuando estaba viva ni cuando muerta; es curioso, ¿verdad?, pero tampoco resultó ser una ventaja que fuese traslúcida.

5 comentarios:

  1. Huidizo fantasma el de la tía. Y la cámara que no la quería al final la quiso un poquito.

    Abrazos terrenales.

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  2. Ha sido fotogenica desde el más allá.. libre y sin represiones... me gusta.

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  3. ¡Qué buena descripción! Esa tía Casandra debió ser de aupa en vida. Pero bueno, alguna vez tenía wue quererla la cámara.
    Que buenos relatos nos cuentas Luísa!!
    Besicos muchos.

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  4. ¡Pues sí que me ha gustado!
    Enhorabuena.
    http://relatossincontrato.blogspot.com.es/

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