31 de octubre de 2013

La búsqueda

-Sí, papá, pero, ¿y esa?
La pequeña repetía la frase sin parar, pero algo le decía que él no acabaría de decidirse, tampoco hoy, tampoco ahora. Entendía que estuviera triste y dolido, ella también se sentía así; pero ambos necesitaban urgentemente alguien que les abrazase por las noches aunque lo único que les contasen fueran cuentos.
-¿Y aquella, la del pelo rubio?
La mujer se sintió observada y les sonrió y él, aunque intentó disimular, se sonrojó demostrando que aún tenía sangre en las venas.

5 comentarios:

  1. De esos vacíos que todos necesitamos llenar aunque nos atenace el miedo. Mientras haya sangre en las venas hay esperanza.
    Abrazos Luisa.

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  2. Cuánta ternura y complicidad encierran tus letras. Maravilloso micro.

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  3. Y colorín colorado, la búsqueda ha terminado…
    Que tierna historia, Luisa.

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  4. Ahí tienes un nuevo principio. Qué tierno, Luisa. Me gusta
    Saludillos

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